Derivación de palabras - La arquitectura moderna

La arquitectura moderna, surgida a finales del siglo XIX, supuso una ruptura con los estilos tradicionales. Caracterizada por la (FUNCIONAL), la simplificación de las formas y el uso de materiales innovadores como el acero, el hormigón armado y el vidrio, esta corriente rechaza la (ORNAMENTAR) innecesaria en favor de una estética mucho más (DEPURAR). De hecho, movimientos como el racionalismo, representado por arquitectos como Le Corbusier y Mies van der Rohe, defendieron el lema «la forma sigue a la función», enfatizando la relación entre la estructura y el propósito de la misma.

La influencia de la Escuela Bauhaus fue determinante gracias a su integración de diseño, arte y tecnología en una (SINTETIZAR) armónica. Además, se promovió la prefabricación y la estandarización de los elementos arquitectónicos, facilitando de esta forma la producción masiva y la democratización de la vivienda. La transparencia espacial, la fluidez de los interiores y la (INTERRELACIONAR) entre el entorno y la edificación se convirtieron en principios fundamentales. Ejemplos paradigmáticos los encontramos en la Villa Savoye, que encarna los cinco puntos de la nueva arquitectura de Le Corbusier, o en el Pabellón de Barcelona, una obra maestra del (MINIMALISTA) estructural.

A lo largo del siglo XX y en lo que va del siglo XXI, la arquitectura moderna también ha experimentado una clara evolución. El uso de estructuras ligeras, la (AUTOMATIZAR) de sistemas constructivos y la implementación de tecnologías (SUSTENTAR) han redefinido los espacios urbanos. Nombres tan destacados como Norman Foster, Zaha Hadid y Santiago Calatrava han llevado la disciplina a nuevas dimensiones, desafiando las convenciones estructurales y explorando nuevas formas de vinculación entre el individuo y el espacio arquitectónico.