Había arreglado desavenencias entre los cristianos y a cambio, no solamente no habían movido un dedo por las suyas sino que le habían atado las manos para que no pudiera arreglarlas.
Pronunciación
/ataɾ las manos/
Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Si continúas navegando, consideraremos que aceptas su uso.Más sobre nuestra política de cookies