Uso de la lengua - Fuentes de generación eléctrica en España

España continúa avanzando una transición energética más sostenible, con un sistema diversificado que combina fuentes renovables y no renovables. Las energías renovables su papel como pilares fundamentales de generación eléctrica, lideradas por la energía eólica y la solar. La eólica se mantiene como la principal fuente de electricidad del país, gracias a la extensa red de parques eólicos instalados en regiones como Castilla y León, Aragón y Galicia. Por su parte, la energía solar fotovoltaica ha experimentado un crecimiento en los últimos años, impulsada por la disminución de costes tecnológicos, así como por el apoyo de determinadas políticas públicas.

Junto a estas fuentes renovables, la energía hidroeléctrica sigue teniendo una función crucial, especialmente en años con buenas condiciones . Las centrales hidroeléctricas, ubicadas principalmente en las cuencas de los ríos Duero, Ebro y Tajo, aportan flexibilidad al sistema eléctrico, permitiendo que se almacene energía y que la demanda. No obstante, su contribución puede variar significativamente función de las condiciones climáticas, lo que la importancia de complementarla con otras fuentes de generación.

En cuanto a las energías no renovables, el gas natural todavía es una pieza clave en el marco energético español, sobre todo como de las energías renovables en momentos de baja producción eólica o solar. Por otro lado, la energía nuclear, aunque en por el plan de cierre progresivo de sus centrales, aún contribuye de manera significativa a la producción eléctrica, ofreciendo una fuente de energía constante y libre de emisiones de CO₂.

Por último, hay que recordar que España ha reducido drásticamente su dependencia del carbón, con los compromisos internacionales para la lucha contra el cambio climático. Las centrales térmicas de carbón han sido prácticamente , lo que ha permitido una notable reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. En su lugar, el país ha apostado la innovación en tecnologías como el hidrógeno verde y el almacenamiento de energía en baterías, que se perfilan como claves para consolidar un sistema eléctrico 100% renovable en el futuro.