Tiempos del pasado - Pretérito imperfecto y perfecto simple

Para Gabriel, un chico de diez años, ayer (ser) el primer día de clase en un nuevo colegio. (levantarse) temprano, nervioso y emocionado a partes iguales. Al llegar, (sorprenderse) al ver lo grande que (ser) el colegio y cuántos niños (haber) en el patio. Aunque al principio (estar) un poco abrumado, (decidir) acercarse a unos compañeros que (jugar) al fútbol. Con una sonrisa tímida, (presentarse) y rápidamente los chavales lo (invitar) a unirse al juego, lo que lo (ayudar) a relajarse.

Durante la jornada, Gabriel (conocer) a su profesora, que lo (recibir) con calidez, explicándole cómo serían las clases y presentándole a los demás estudiantes. Luego (participar) en las actividades del día y (esforzarse) por seguir el ritmo de sus nuevos compañeros. Al final del día, cuando (sonar) el timbre, Gabriel (salir) del colegio francamente satisfecho.