Definiciones
sustantivo
masculino
- (Macropus spp.) Cualquiera de cuatro especies de mamíferos marsupiales nativos de Australia, de cuerpo erecto, patas traseras musculosas dotadas de grandes pies adaptados para saltar, cola larga y fuerte, vientre con marsupio, manos pequeñas y cabeza alargada con grandes orejas.
- "El canguro, que lleva sus hijuelos en la bolsa que tiene bajo el abdomen, acostumbra mantenerse derecho, apoyado sobre los miembros posteriores y la cola y á marchar á saltos, sin perder esa posición, para no maltratar á sus crías y tal vez de esto depende el desarrollo exagerado de sus patas de atrás con relación á las de delante, y de ahí también la dilatación de su cola, que le sirve para completar la base de sustentación y para ejecutar sobre seguro sus principales movimientos." Egozcue y Cia, Justo (1893) Discurso leído ante la real academia de ciencias exactas, físicas y naturales. Madrid: Luis Aguado, p. 53
- Por analogía con el marsupio del canguro, prenda de abrigo para el torso con un bolsillo ocupando el abdomen.
- "El anorac más corriente y útil es el llamado ‘canguro’ o ‘buzo’, provisto de capucha, cerrada por delante, amplio y con un único bolsillo central en el pecho (por eso se le llama canguro)." Faus, Agustín (1963) Diccionario de la montaña. Barcelona: Juventud, p. 58
- "Es imprescindible un anorak, un canguro o una prenda que proteja del sol." Consejos. La Vanguardia, 21 de mayo de 1994
- Por analogía, arnés para transportar un bebé junto al abdomen.
- Bolso pequeño y fijado a una correa para llevarlo a la cintura.
▸ sinónimos: riñonera - también como sustantivo (m) Resaca alcohólica muy fuerte.
femenino y masculino
- Niñero a domicilio por horas.
▸ sinónimos: baby-sitter, niñera- "Claro que la escena paternofilial conllevaría otras obligaciones menos gratas; la rutinaria convivencia familiar; ver televisión todas las noches; y los sábados, que es cuando vendría la canguro, ir a cenar a un restaurante con otra pareja." Montero, Rosa (1988) Amado Amo. Madrid: Debate, p. 22
- "La verdad es que no me gusta la idea de dejar a Tamara sola en casa, pero ella no quiso ni oír hablar de que contratáramos a una canguro para que la cuidara durante el día. Me dijo que ya era demasiado mayor, que no necesitaba que la vigilara nadie, y como Maribel se ofreció a ocuparse de ella y a hacerle la comida…" Grandes, Almudena (2002) Los aires difíciles. Barcelona: Tusquets, p. 87