Una de las obras más famosas del colombiano Gabriel García Márquez es, sin duda, Cien años de soledad. Publicado por primera vez en 1967 en Buenos Aires, se trata de un clásico del siglo XX, un libro imprescindible de la literatura hispanoamericana.
Esta obra maestra, traducida a más de treinta idiomas, es uno de los máximos exponentes del realismo mágico, movimiento artístico (literario y pictórico, fundamentalmente) nacido a mediados del siglo XX.
A través de las páginas de Cien años de soledad el lector podrá conocer a fondo una saga inigualable: los Buendía. También se adentrará en Macondo, el pueblo ficticio creado por el Nobel de literatura. A continuación ofrecemos las primeras líneas de esta obra incomparable.
Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo.
