Los verbos reflexivos son aquellos cuyo sujeto y objeto es el mismo. Es decir, la acción realizada por el sujeto recae sobre él mismo. Muchos de estos verbos se usan para expresar acciones de la vida cotidiana, como lavarse, ducharse, bañarse, peinarse, acostarse, etc.
Es fundamental recordar que los verbos reflexivos siempre deben ir acompañados de sus correspondientes pronombres reflexivos. Mira cómo se conjuga en presente el verbo lavarse:
me lavo |
te lavas |
se lava |
nos lavamos |
os laváis |
se lavan |
Observa los siguientes errores y su forma correcta:
✘ Ducho cada mañana
✔ Me ducho cada mañana
✘ Andrés afeita a diario
✔ Andrés se afeita a diario
Algunos verbos tienen forma reflexiva aunque la acción no recaiga sobre el sujeto, por ejemplo casarse, divorciarse o quedarse.
- Marta se casó hace dos meses.
- Ellos se divorciaron hace años.
- Anoche me quedé en casa.
Hay verbos que tienen un significado diferente si se utilizan con los pronombres reflexivos o sin ellos.
Mira este ejemplo:
He quedado con mis amigos para tomar café (Voy a encontrarme con ellos).
Me he quedado en casa estudiando (No he salido, he permanecido en casa).
Puedes hacer este ejercicio con verbos reflexivos para practicar un poco.